La arquitectura ARM
no es exactamente una novedad, sino todo lo contrario. Creada en 1983,
Ella está a punto de completar tres décadas de existencia y ve ahora sus
posibilidades ampliadas. Desarrollada por la compañía inglesa Acorn Computer Limited, fue en la época el primer procesador RISC creado para uso comercial.
En la arquitectura computacional, RISC
(Reduced Instruction Set Computer) es un tipo de microprocesador con las
siguientes características fundamentales:
- Instrucciones de tamaño fijo y presentadas en un reducido número de formatos
- Sólo las instrucciones de carga y almacenamiento acceden a la memoria de datos
Además estos procesadores suelen disponer de muchos registros de propósito general.
El objetivo de diseñar máquinas con esta
arquitectura es posibilitar la segmentación y el paralelismo en la
ejecución de instrucciones y reducir los accesos a memoria. Las máquinas
RISC protagonizan la tendencia actual de construcción de
microprocesadores. PowerPC, DEC Alpha, MIPS, ARM, … son ejemplos de
algunos de ellos.
Es hora de entender la razón por la que los procesadores ARM pueden representar un cambio en el mundo tecnológico.
ARM vs. X86
El tipo de procesador más comúnmente utilizado en equipos de escritorio, es el x86; éste está basado en la arquitectura CISC (Complex instruction set computing)
con soporte para instrucciones complejas, simultaneas y de ejecución
más lenta, pero que resultaban en códigos menores, por la simplificación
de la estructura de programación recurrente y menos entradas y salidas (disminuyendo así la necesidad de usar más memoria).
Los RISC, por otro lado, se preocupan en
la simplificación de esas instrucciones, con la intención de alcanzar
la máxima eficiencia por ciclo (pudiendo realizar tareas menores con
procesos más cortos) y una mayor organización de las operaciones dentro
del núcleo de procesamiento.
Los procesadores ARM representan hoy la
mayoría absoluta en equipamientos portátiles. iPhone, Palm Pre,
Calculadoras, Smartphones e incluso algunas laptops utilizan esa
tecnología para las operaciones de procesamiento.
En el mercado de computadoras, sin
embargo, todavía persiste la arquitectura x86 con las extensiones x64,
principalmente por razones de compatibilidad de programas. La cuestión
es que el código de las dos, es binariamente incompatible, lo que hace
inviable la ejecución de Windows 7 en el ARM, por ejemplo, a pesar de
que programas de menor porte puedan ser adaptados.
La arquitectura x86 puede ser
considerada como de alta complejidad, por presentar diversas fases de
procesamiento de datos (como la carga de informaciones, la
decodificación, la asignación de memoria, entre otros) y tener
microcodes, responsables por la interpretación de las instrucciones,
transformándolas en procesos físicos.
Como resultado de ese conjunto
mencionado anteriormente, lo que se obtiene es el alto desempeño, pero
que desafortunadamente viene acompañado de un mayor consumo de energía y
también de la necesidad de más espacio físico, tornándolos
completamente incompatibles con la propuesta de dispositivos portátiles.
Por eso, la industria en la mayoría de
las veces prefiere privarse de la potencia y desempeño en busca de
portabilidad y de una mayor eficiencia de los dispositivos,
características que la arquitectura ARM es capaz de proporcionar con
mejores resultados. Es por eso, que recursos como multitarea, demoraron
un poco más en aparecer en los smartphones, así como la evolución
gráfica de los juegos también es inferior a los que los desktops y
notebooks son capaces de exhibir.
Después de décadas de investigación e
inversiones, las técnicas ARM finalmente están despertando el interés de
las gigantes de las computadoras (es el caso de Microsoft). Con la alta
eficiencia de la arquitectura sumada a la libertad propiciada por los
equipos de mayor porte, lo que surgirá será un procesador verdaderamente
potente, quien sabe incluso hasta con un costo menor.
Project Denver, de NVIDIA,
también trae consigo un procesador gráfico dedicado, eliminando parte
de la complejidad de hardware (por ser eliminados chipsets, puertas y
otros controladores externos (y abriendo espacio para operaciones más
rápidas, generadas en un único local.
En términos prácticos, veremos computadoras extremamente veloces
(que pueden si, ser amparados por otros núcleos externos, como las
actuales tarjetas de video dedicadas), mientras que fabricantes de
laptops y netbooks encontrarán la herramienta perfecta para crear
productos más leves, finos y portátiles, con una mayor duración de la
batería, algo que se aplica también al mercado de celulares.
Vale recordar que NVIDIA es apenas una
de las empresas que está al frente del concepto de superpones. Grandes
corporaciones como Samsung y Qualcomm también ya poseen productos en el mercado compatible con esa estructura de procesamiento.
¿ARM puede contra el x86?
En el mundo de la tecnología es muy
complicado hacer cualquier afirmación definitiva en ese sentido. Sin
embargo, analizando apenas la teoría, la respuesta para esa pregunta es si.
Pero si eso ocurre, probablemente no será en los próximos cinco años,
ya que mucho de ese esfuerzo dependerá de la propia industria.
Los primeros modelos de smartphones a
llegar al mercado, utilizarán Android como sistema operativo. Sin
embargo, para que la adopción sea completa y las posibilidades sean
mayores, lo natural sería utilizar los mismos sistemas operativos de los
desktops en los smartphones. Los ejemplos son diversos, tales como
Linux y Windows CE, pero ninguno representa en éxito comercial.
Es justamente en la cuestión de éxito y
apelo de público Microsoft. Causó sorpresa al público del CES el hecho
de que NVIDIA anunciara que la empresa ya está desarrollando un sistema
operativo capaz de ser ejecutado en la arquitectura ARM. La novedad debe
llegar al mercado en 2012.
¿Cuál sería ese sistema? Probablemente
Windows 8. La utilización de una nueva arquitectura justificaría el
hecho de que el intervalo entre el lanzamiento de Windows 7 y la próxima
versión del sistema operativo de Microsoft serán tan cortos. De esa
forma, las computadoras y celulares podrían funcionar con el mismo
sistema operativo, en un corto espacio de tiempo y con un gran volumen
de usuarios adoptándolo inmediatamente.
Hoy día tanto Android como Chrome OS ya son capaces de funcionar sobre la arquitectura ARM.
3 para el lab de móviles
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